EL TENER QUE MENSTRUAR

Vicisitudes que elije el violador al borde de mi abismo
y yo que confundo sinfonías con afonías
se van llenando de calcio
que araño de las paredes
y se vierte en la olla del mediodía
de las cuatro de la madrugada
estallando mis tímpanos
y la sangre chorreando de mis piernas
su lengua terminando en aquella roja hilera
constipada duda que me aturde
¿por qué no te agrandas?
y terminas de explotarme
todo el rencor en el rostro
cabizbajos toques
¿quién interrumpe el sueño?
¿quién interrumpe las ganas?
alguien que me llama
y si me cambio de nombre….